El sistema educativo argentino distribuye desigualmente sus recursos. Esta situación perjudica en distintas dimensiones a los alumnos de los sectores más pobres, si bien existen políticas socioeducativas que compensan algunas de estas inequidades. De esta manera, las desigualdades sociales son tanto reforzadas a través de algunas dimensiones de la oferta educativa como compensadas mediante intervenciones estatales específicas. A partir de este diagnóstico, los autores se adentran en la medición y la construcción de una base de datos certera en torno a la desigualdad educativa.

Mayor justicia en la oferta educativa, Rivas, Veleda y Vera, 2009