Te invitamos a leer este artículo de la Mgter. Mónica Uanini para reflexionar sobre la trama compleja de la tarea directiva, y reconocer tensiones y desafíos desde los cuales caminar junto a otros.
«Los debates que se centran en el rendimiento del sistema educativo y que analizan su segmentación y fragmentación, suelen recaer en ciertas dicotomías: hablan de escuelas que enseñan (las de las clases medias y altas) y escuelas que “contienen” (las escuelas para pobres), calificando de “acción cultural” al trabajo de las primeras y de “acción social”, a las segundas. Tales debates y dicotomías olvidan incorporar en sus análisis, que este trabajo escolar cotidiano se suma y articula diariamente, sin excluirlo, al trabajo de enseñanza de las matemáticas y la lectoescritura, las ciencias, la tecnología y la ciudadanía. Y, sobre todo, olvidan ofrecer propuestas que, partiendo de reconocer la densidad del trabajo escolar actual, constituyan alternativas viables, tanto a la hora de la inclusión educativa como de la inclusión social. La escuela, los directivos y los docentes no pueden, no deben, quedar solos en ese asunto».