Los primeros intentos de la docencia por organizarse sindicalmente comienzan en el país a principios del siglo XX.
En esos tiempos, los sueldos de los educadores se pagaban irregularmente y sólo se retribuían la cantidad de clases dadas, ya que las inasistencias eran descontadas. No existía un estatuto, ni normas que reglamentaran los derechos de los docentes. Sin una organización que los representara, los maestros canalizaban sus protestas a través de notas personales o cartas abiertas, que la prensa publicada. Los Caballeros del Abecedario, como se los denominaba entonces, ya denunciaban que sus sueldos eran irrisorios.
En 1913, un grupo de docentes capitalinos, reunidos en la Escuela Jerónimo Luis de Cabrera, constituye la Asociación del Magisterio. Solicitaban pases libres en los tranvías, ascensos reglamentados, estabilidad laboral, licencias con goce de sueldo, jubilaciones y asistencia médica gratuita.
En 1920, en tanto, se funda la Asociación de Maestros de la Provincia de Córdoba, cuya actuación se mantiene hasta la década del 50.
En 1946, el Club Social de Maestros de Villa María, fundado
en 1940, y la Asociación de Maestros de la Provincia de Córdoba organizan una Convención de Educadores, de la que participaron casi todas las asociaciones existentes. Es allí cuando se crea la Federación del Magisterio de Córdoba.
Sin embargo, el proceso de sindicalización masiva se inicia recién en los años 50, cuando en los distintos Departamentos provinciales empiezan a surgir sindicatos docentes, como el Sindicato de Educadores de Ischilín, de Juárez Celman, de General San Martín, Cruz del Eje, Río Cuarto, San Justo, Colón, Villa Dolores y Punilla.
Para 1952, los sindicatos reclamaban que los sábados no fueran laborables, la regularización del pago de sueldos, la promulgación de la ley de equiparación, la estabilidad del trabajo docente y que el ingreso a la docencia se realizara por antecedentes.
En esa época, en cada una de las Delegaciones se discute una propuesta de Estatuto, que es aprobada en un Plenario de gremios departamentales que se llevó a cabo en Cruz del Eje. El proyecto contemplaba el escalafón, grados jerárquicos, escala de sueldos, bonificaciones, incompatibilidades y los requisitos para ingresar a la docencia.
A comienzos de 1953, un grupo de inspectores y docentes -que habían sido los que impulsaron la conformación de las delegaciones- se reúne en la ciudad de Jesús María los días 25 y 26 de Abril. En esa Asamblea, a la que asisten delegados de 16 departamentos -Capital, Colón, Cruz del Eje, Eva Perón (actualmente Pocho), General San Martín, Ischilín, Juárez Celman, Marcos Juárez, Punilla, Río IV, Río Seco, Santa María, San Justo, Unión, Presidente Roque Sáenz Peña y Villa Dolores- fundan la Unión Sindical de Educadores de la Provincia de Córdoba (USEPC).
Leónidas Ávila Vázquez, inspector general de escuelas, secretario general del Departamento Colón y uno de los principales promotores de la unidad de los distintos sindicatos, elegido secretario general. También forman parte de esta primera Junta Ejecutiva Juan Sappia, Antonio Nadal, Rodolfo Mirgone, Santos Dalmacio Ortiz, Luis Dulce Villada, entre otras autoridades.
En 1954, la UEPC -luego de consultar a los afiliados- adhiere a la Confederación General de Profesionales (CGP). En mayo de ese año, los gremios docentes finalmente consiguen la sanción de la Ley 4.458, Estatuto de Magisterio, que contempla a los maestros primarios del ámbito provincial.
El 3 de junio de ese año, por primera vez se nombra en las actas a la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) -en reemplazo de la designación USEPC- y se obtiene la personería jurídica el 7 de agosto de 1954.
La primer sede propia de la Junta Ejecutiva de la UEPC -en donde también funcionaba la casa del docente- se adquiere el 6 de junio de 1955, con la compra del Hotel Galeón, situado en calle San Jerónimo 558.
Tras el golpe de estado -autodenominado Revolución Libertadora- de 1955, la Junta Ejecutiva es obligada a renunciar, mediante amenazas. Luego, se sucederían las intervenciones hasta que, en 1957, es elegido democráticamente el profesor Enrique Bischoff. En su gestión, se reforma el Estatuto que entra en vigencia en 1958 y se incorporan a UEPClos docentes de escuelas secundarias, normales y especiales.
En septiembre de 1959, por primera vez, una Junta Ejecutiva elegida democráticamente da paso a otra electa de la misma forma, que fue presidida por Mario Adolfo Ammann.
En 1962 se realiza la primera elección de autoridades por voto directo de los afiliados, tras la cual asume una nueva Junta Ejecutiva, presidida por Rolando Antonio Allende. Durante su gestión, se aprueba el Estatuto provincial de la docencia secundaria, normal y especial, en 1963, y en el año 64, el Ministerio de Trabajo otorga al sindicato la personería gremial nº 680.
Después de las elecciones realizadas en la Provincia, asume nuevamente como presidente de la UEPC -en diciembre de 964- Mario Adolfo Ammann, quien es sucedido por dos triunviratos de afiliados elegidos por Asamblea.
Con el golpe de Onganía, que intenta aplicar una reforma educativa que genera el rechazo de todos los sindicatos docentes provinciales y nacionales, se inicia un proceso de unidad gremial en la lucha que se cristaliza en el 73 con el nacimiento de la CTERA.
De él, participan la UEPC -presidida por Alvérico Ferreyra, desde 1971- el SEPPAC (Sindicato de Educadores Privados y Particulares de Córdoba) y más de 100 entidades de todo el país. En la primera Junta Ejecutiva de CTERA participan tres dirigentes de UEPC: Francisco Rodríguez, Oscar Rodríguez Kéller y Simón Furlán, quien ocupará la secretaría general al fallecer su titular.
Tania Fita se convierte, en 1973, en la primera mujer elegida como presidente del gremio, en los comicios provinciales.
El 23 de agosto de 1974 se inaugura la nueva sede gremial propia en Salta 138. En ese año, se sanciona -además- la Ley de Jubilaciones que permite a los docentes con 25 años de aporte retirarse sin límite de edad y con el 82 por ciento móvil.
En octubre de 1975 se realizan nuevos comicios y asume la conducción el Profesor Aldo Pandolfi. El golpe de estado de 1976 tomará por asalto la UEPC, que será intervenida militarmente.
Numerosos docentes son perseguidos, desaparecidos, encarcelados y cesanteados.
En Junio de 1979, antiguos dirigentes y nuevos militantes se reúnen en la clandestinidad y forman el Movimiento de Recuperación del gremio.
En 1982 la Asamblea Provincial de Unidad Docente edita el Boletín Informativo "Espacio Docente". En Marzo de 1983 se constituye el Cuerpo de Delegados al que se suman ex militantes y dirigentes del Sindicato de Educadores Privados y Particulares de Córdoba (SEPPAC),
El 18 de agosto el Cuerpo de Delegados convocó a una huelga por aumento salarial, por la recuperación del gremio y contra el gobierno militar. El paro tuvo gran aceptación en la capital de la Provincia -donde 2500 docentes marcharon por las calles de la ciudad- y en algunas localidades del interior.
A partir de esa fecha, comienza a funcionar la Asamblea de Delegados Departamentales que decidió continuar el plan de lucha con un paro por 48 horas.
El Triunvirato que dirigía el gremio convocó a Elecciones Generales en 1984 en las que triunfa Raúl Anzil, quien luego es reelecto en 1986. Durante esos años se reorganiza la CTERA y encabeza los reclamos
por un salario básico unificado en todo el país y paritarias docentes. En ese marco, se llevó a cabo un paro por tiempo indeterminado que duró 42 días y culminó en la Marcha Blanca y en un acto masivo en la Plaza de Mayo del que participó la CGT.
En 1988 asume como Secretario General de la UEPC Walter Grahovac, quien continúa con el proceso de fortalecimiento institucional de las delegaciones, concretado en la adquisición de 18 sedes propias y un nuevo edificio para la Junta Ejecutiva Central.
Durante su gestión, se impulsa una política de salud que dé respuesta a las necesidades de los afiliados. Así, se inauguró una farmacia, una óptica y un Centro de Salud propios.
También, el sindicato asumió la tarea de capacitación profesional: organizó una red provincial, conferencias, cursos y seminarios, al tiempo que creó el Instituto de Educación de la UEPC, para trabajar sobre programas de formación y promover la investigación y socialización de experiencias.
Por su parte, en 1995, el gremio hizo frente a la crisis económica provincial -que provocó varios meses de atrasos salariales- con asambleas en toda la Provincia y una masiva Marcha de las Antorchas de la que participó toda la comunidad educativa.
El nuevo gobierno provincial -que asume en ese mismo año- impulsó una Reforma Educativa que afectaba a todos los sectores de la educación. La UEPC y el conjunto de la sociedad demostraron su oposición a las medidas con una Pueblada pacífica que reunió a más de 60 mil cordobeses y que obligó al Ejecutivo a dar marcha atrás con varias de sus medidas.
La falta de respuesta de los gobiernos provinciales a las demandas salariales de los gremios docentes, determinó que en 1997, la CTERA instalara la Carpa Blanca. En la Plaza de los Dos Congresos, los docentes de todo el país lograron, después de 1003 días de ayuno, la creación del Fondo Nacional de Incentivo Docente.
Las reivindicaciones de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba -vinculadas a la defensa de la escuela pública, la educación popular, los derechos salariales, laborales, previsionales y sociales de los docentes- siguen siendo el eje de la tarea emprendida por el gremio, cuando en el 2002 asume su conducción Carmen Nebreda.