El ciclo lectivo 2020 se
desenvuelve en el marco de una
situación extraordinaria e inédita a
nivel global. La pandemia del
coronavirus ha obligado a reconfigurar
los modos en que veníamos
desarrollando habitualmente nuestras
tareas. El paso obligado de la educación
presencial a una de carácter remota ha
significado un importante desafío que
la docencia ha asumido con
responsabilidad y compromiso para
que el derecho a la educación siguiera
siendo una realidad. La sociedad
reconoce, de manera mayoritaria,
nuestro enorme esfuerzo y empeño.
De todas maneras, este
escenario también ha expuesto
situaciones que venimos reclamando y
que las autoridades deben resolver de
manera urgente.
En primer lugar, reiteramos la
demanda de la cobertura de las
vacantes docentes en todos los niveles
y modalidades educativas. A este
respecto, las autoridades enuncian su
compromiso de garantizar la
continuidad de la actividad escolar;
para que eso se vuelva un hecho real es
imprescindible que cada estudiante
cuente con su docente.
Los centenares de cargos y
espacios curriculares sin cobertura han
significado una sobrecarga laboral para
las y los docentes en actividad que han
debido hacerse cargo de esas ausencias
constituyendo una irregularidad en
términos laborales.
Otra de las consecuencias
negativas de esta situación
extraordinaria es la distorsión de la
jornada habitual de trabajo. La
deslocalización del ámbito natural de la
tarea educativa – la escuela -,
trasladada al domicilio del docente, ha
configurado un solapamiento entre el
ámbito laboral y el doméstico que en
términos prácticos borra la carga
horaria laboral incrementándola y
produciendo casos de desconocimiento
del derecho a la intimidad y a la
desconexión.
Desde la UEPC afirmamos que
nuestro MAB es nuestro contrato de
trabajo, y en él está prescripta con
absoluta claridad cuál es la carga que
debemos cumplir. Los requerimientos
de funciones y alcances de las mismas
que excedan dicho contrato, no solo
son ajenos a nuestras obligaciones
laborales, sino que su exigencia es
ilegal.
Asimismo, el funcionamiento
del sistema educativo requiere que
sean cubiertos los cargos de
supervisión vacantes, en particular en
el Nivel Inicial y Primario. Además, urge
que el Sr. Gobernador firme los
decretos que establecen la toma de
posesión de los docentes que
obtuvieron cargos directivos en los
Concursos Públicos.
Otro aspecto que ha traído
aparejada la educación remota son los
costos de conectividad y desgaste de
los recursos y medios provistos por los
propios docentes. La UEPC reclama a
las autoridades acciones concretas para reconocer estos gastos, sea
mediante la entrega de paquetes de
datos gratuitos, adicional salarial
específico y líneas de crédito a tasa
cero, entre otras medidas.
Los días 27 y 28 de julio serán
jornadas de evaluación de la primera
etapa y diseño de la etapa que
comienza. En estas jornadas no solo
deben abordarse las cuestiones
pedagógicas y didácticas que
coadyuven a mejorar el vínculo
pedagógico con nuestros alumnos y sus
familias, sino también resulta
imprescindible que estén presentes los
aspectos vinculados a las condiciones y
organización del trabajo docente.
Esta situación extraordinaria se
está dilatando por las características de
la pandemia. Por lo tanto, no debemos
asumir una inercia que naturalice
situaciones que constituyen pérdidas o
retrocesos en nuestros derechos
laborales; y a pesar de que al trabajo lo
hacemos desde cada domicilio, no
perdemos la perspectiva de actuar
colectivamente para que nuestros
derechos sean respetados.
Lo hemos manifestado con
claridad: los Derechos Laborales no
están en cuarentena. En la tarea
educativa existe un estrecho vínculo
entre las cuestiones pedagógicas y las
condiciones de trabajo docente, por lo
cual debemos dejar asentadas, en cada
una de las escuelas, las demandas que
expusimos anteriormente.
En Córdoba no hay fecha
probable de inicio de actividad áulica
presencial. No obstante, y atento a que
el Consejo Federal de Educación acordó
un Protocolo con las pautas
indispensables para la actividad en las escuelas, resulta necesario que las
autoridades definan una estrategia que
dé cuenta de las acciones que llevarán
a cabo y los recursos que dispondrán
para que los establecimientos
educativos estén en las condiciones
exigidas.
En este marco, merece un
párrafo particular el ajuste del
gobernador Schiaretti a los derechos
previsionales docentes.
La decisión del Sr. Gobernador
ha significado que las y los docentes
cordobeses tengamos la peor jubilación
del país. Por ello, continuaremos
realizando acciones gremiales para que
se restituyan nuestros derechos y en
las cuales deberemos asumir el
compromiso de participar. La mayoría
de la sociedad asume que se trata de
un ajuste injusto y solo justificado en la
incapacidad de la dirigencia provincial
para gestionar la Caja de Jubilaciones.
Desde UEPC no estamos dispuestos a
pasar la página de este nuevo agravio.
Seguiremos demandando ante la
Justicia y las autoridades provinciales y
nacionales que se revea el Régimen
Jubilatorio Docente.
Finalmente, también nuestra
situación salarial ha sido afectada por el
desastre económico de la pandemia.
Esta última semana, el Gobierno
anunció que las condiciones
económicas y financieras de la
Provincia se ven seriamente
comprometidas por la pandemia. En
ese contexto, propuso posponer para el
mes de octubre la negociación salarial
para la segunda etapa del año que
debía iniciarse en agosto, y abonar el
aumento salarial previsto para el corriente mes de julio en la segunda
quincena de agosto.
Desde UEPC entendemos que la
situación económica del Gobierno de la
Provincia es crítica y que incluso está
en juego la posibilidad de quebranto
del Estado. Sin embargo, no estamos
dispuestos a que dicha coacción sea
permanente y que a través de ella se
pretenda forzarnos a resignar
derechos salariales y laborales.
Aún cuando parezca que no son
tiempos de lograr revertir afrentas a
nuestras condiciones laborales y
previsionales, deberemos apelar a
nuestras amplias capacidades
pedagógicas y seguir disputando los
sentidos de esta crisis y especialmente as decisiones estatales sobre cuáles
sectores deben pagar los platos rotos.
Nosotras y nosotros, así como la
mayoría de la sociedad, tenemos claro
que en momentos excepcionales deben
exigirse esfuerzos excepcionales a los
que más tienen y no a los sectores del
trabajo y la producción.
Como organización apostamos a
seguir dialogando y demandando
colectivamente, exponiendo nuestras
razones y reinventando estrategias de
lucha en momentos de confinamiento y
distancia social, convencidas y
convencidos de que solo es derrotado
quien abandona la lucha.
UEPC.
JUNTA EJECUTIVA CENTRAL
Córdoba, 27 de Julio de 2020
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