Los trabajadores argentinos y los cordobeses en particular asistimos a una increíble ofensiva de
distintos sectores que intentan imponer una agenda pública de claro signo reaccionario y
antidemocrático y con evidente apoyo periodístico. La agenda incluye las conocidas recetas
empresarias que postulan la reforma laboral con eliminación de derechos históricos de los
trabajadores como indemnizaciones, salarios dignos y en blanco, estabilidad en los puestos de
trabajo, además de un ajuste en el Estado del que sin embargo utilizan sin escrúpulos todos los
beneficios que este pone a su disposición.
Están presentes también fuertes expresiones de ultraderecha por parte de sectores que serían
minúsculos pero que gozan de una importante difusión. En el combo entran también las posiciones
de rechazo a las limitaciones sociales que impone pandemia, como las movilizaciones anticuarentena o una campaña proponiendo la quema de barbijos, sin importar el dato objetivo de casos
infectados y muertos por el Covid-19, actitudes que demuestran una grave falta de responsabilidad
social y compromiso con la comunidad.
Todo ello condimentado con ataques de inusitada violencia hasta personal contra iniciativas políticas
que fueron promesas de campaña del Gobierno Nacional votado mayoritariamente por los
argentinos, contra decisiones judiciales que no deberían cuestionarse o la pretensión de imponer a
Legisladores Nacionales si pueden o no dar quorum en el Congreso Nacional, lo que debería ser la
primera obligación de los representantes del Pueblo, a los que luego seguramente se criticará por no
trabajar.
En el marco de esa agenda hemos hecho público el rechazo a la Ley 10.694 (manifestado por los
legisladores representantes del movimiento obrero de Córdoba en la Legislatura Provincial), que
conlleva pérdida de derechos previsionales de los jubilados y de los trabajadores que aportan a la
Caja de Jubilaciones, desconociendo las disposiciones del fallo Bossio (82 % de lo que el trabajador
percibía en actividad).
En síntesis, es una Agenda claramente opuesta a los intereses y derechos de los trabajadores y
peligrosamente antidemocrática. Desde la CGT Regional rechazamos esta agenda y proponemos una
que haga foco en:
- El pleno respeto a las Instituciones y a quienes fueron electos por el Pueblo para gobernar o
ejercer su representación, exigiendo una actitud más firme hacia quienes atacan las
instituciones de manera pública, ya sea en manifestaciones callejeras como en los medios de
comunicación masiva.
- La protección del trabajo digno frente a la pérdida de puestos de trabajo, que se siguen
produciendo, incluso con el visto bueno de algunos tribunales que justifican despidos
mediante actas de escribanía, pese a estar expresamente prohibido, con lo que los
empresarios disponen a su antojo.
- La protección sanitaria efectiva de los trabajadores que están prestando servicio en riesgo.
Prioritariamente a los trabajadores de la Salud que están en la primera línea de lucha contra
la Pandemia, en general en número insuficiente y con falencias en cuanto al cumplimiento de
los protocolos de bioseguridad, tanto en el ámbito estatal como privado. Y de los trabajadores
de todas las actividades esenciales que prestan servicio en condiciones a menudo
insuficientes por la irresponsabilidad de no pocos empresarios y el escaso control del Estado
sobre el tema. Así también la designación de todas las vacantes en el sistema educativo, de
modo de garantizar el derecho social a la educación.
En el mismo sentido, nuestra agenda propone:
-poner fin al trabajo precario que crece inconteniblemente tanto en el ámbito privado como
en el propio Estado en todos sus niveles, lo que incluye un fuerte impulso para que los
trabajadores de la Economía Popular se incorporen rápidamente a la formalidad.
-La protección efectiva del salario ya que, como producto de la conducta de no pocos
empresarios, a menudo los trabajadores reciben como paga sólo lo que aporta el Estado.
-La asistencia del Estado para que ninguna familia sufra hambre.
-El cuidado irrestricto de los compañeros y compañeras jubilados/as, tanto en haberes como
en beneficios, sin importar del sistema que sean.
-La protección de las obras sociales sindicales, herramienta fundamental en tiempos de
cuidados extremos de la salud, con ingresos deprimidos en los salarios de la actividad
privada.
-El debate público frente a la decisión de entes oficiales de servicios de cerrar oficinas de
atención al público en el interior de la Provincia.
Al proponer esta Agenda, la CGT Regional Córdoba RATIFICA su voluntad de exponer públicamente y
con claridad los temas que afectan a los trabajadores, particularmente en tiempos de Emergencia
Sanitaria y de RECLAMAR para ellos la atención y las soluciones que su dignidad reclama.