Desde la UEPC manifestamos nuestra inmensa alegría por el encuentro de la nieta 110, Vilma Delinda Sesarego, cuyos padres fueron secuestrados durante la madrugada del 26 de agosto de 1976. Asimismo, felicitamos y apoyamos la incesante labor de las Abuelas de Plaza de Mayo y de los Organismos de Derechos Humanos, en la restitución de la identidad de Vilma y de tantos otros nietos e hijos de desaparecidos. Tenemos la certeza de que estos casos demuestran que la tarea realizada no es en vano y renovamos nuestro compromiso en la lucha por continuar buscando a los 400 nietos que faltan.