Un nuevo 8 de marzo nos invita a conmemorar...las luchas de miles de mujeres por la igualdad. En la política, en la legislación, en las religiones, en la familia, en el trabajo, en la sociedad toda.
La fuerza productiva de las mujeres, su trabajo silencioso y cotidiano, construyen y sostienen las sociedades de todo el mundo y, sin embargo, el rol de la mujer como construcción social y política, se sigue pensando como un lugar de subordinado, un segundo lugar.
En nuestro país, y gracias a la organización y movilización de varias generaciones de mujeres, hemos avanzado mucho. Han quedado consagrados en leyes, numerosos derechos que nos acercan a la igualdad.
Todavía nos falta. Falta que el acceso a los derechos, sea igual para todas.
Nosotras, en nuestros lugares de enseñanza, tenemos un esencial desafío en la construcción de la igualdad, haciendo evidente la reproducción en la construcción desigual de los estereotipos. Es el maravilloso desafío de trabajar para la igualdad lo que nos posibilitará la construcción de una sociedad mejor para todos.
Seguiremos trabajando, seguiremos luchando, nos seguiremos organizando.
