Variaciones para educar adolescentes y jóvenes, por Débora Kantor

Desde el ICIEC queremos compartir y problematizar no solo los festejos y las celebraciones que tienen lugar desde las instituciones escolares y por fuera de ellas en el mes de la juventud, sino también contribuir a consolidar el trabajo de cuidado y de enseñanza inherentes a nuestra profesión. En este sentido, nos acercamos hoy a una producción de una investigadora argentina del campo de la educación llamada Débora Kantor.

Una de las sensaciones que asoma en la lectura del trabajo publicado hace ya algunos años por Kantor es que, si bien algo de lo imposible se juega cuando queremos conocer a esos adolescentes y jóvenes con los que trabajamos a diario, es importante no renunciar a seguir intentándolo.

Con esa finalidad, la autora comparte reflexiones claras y provocadoras. Quisiéramos mencionar aquí dos, como presentación de su escrito.

  • La primera, es su observación en torno a la presencia cada vez más extendida de la noción de “jóvenes”, “juventudes” y “culturas juveniles”, en detrimento de las categorías de adolescentes y adolescencias. Detrás de este señalamiento, la autora alerta por una posible fascinación con la juvenilización por parte de los mayores, así como un posible corrimiento de los adultos de las funciones que nos competen de acompañamiento de “los nuevos”. En este sentido, lo que se escatima “es la particular posición adulta que requiere la adolescencia como momento de construcción de la identidad, de reapropiación del espacio subjetivo, del proceso emancipatorio. Es lo concerniente al lugar del adulto-educador lo que queda diluido en ese desplazamiento” (pág. 21).
  • La segunda reflexión que deseamos compartir aquí es que el universo de estos jóvenes y adolescentes está conformado, en alguna medida, por consumos y producciones culturales que, como adultos, encontramos distantes y frente a las cuales emitimos juicios y valoraciones críticas. Por lo tanto, perspectivas detractoras de los estilos, las características y los códigos propios de los adolescentes y jóvenes con los que trabajamos  impiden justamente aquello que sería conveniente desarrollar: “la necesidad y la posibilidad de valorar(los) y discutir (les), que pone entre paréntesis el juicio rápido y descalificatorio para intentar descubrir cómo intervenir en las situaciones singulares” (pág. 34).

Desarrollado a partir de muchos años de trabajo con juventudes y adolescencias, podemos leer en el prólogo de este libro: “Débora Kantor ilumina pacientemente un terreno saturado y crecientemente inofensivo como es el que conforman las diatribas sobre los jóvenes, las culturas juveniles, el tiempo libre, la recreación, el deseo de inclusión, etc. A la usanza del genial Gus Van Sant, ofrece numerosas y precisas versiones de lo que una sociedad hace o deja de hacer con sus ejemplares más jóvenes. Y lo hace sin detenerse, hasta el asombro.”

Para las y los docentes con curiosidad e interés, esta obra de Kantor resulta una referencia necesaria.

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Podés acceder al libro haciendo click aquí