El lunes 29 de abril visitamos el jardín Padre Diego de Torres, en el barrio Talleres Oeste de Córdoba Capital, para compartir con toda la comunidad educativa el reconocimiento realizado por Uepc al proyecto “Chau Ruido Molesto”, premiado en la 50º Feria Provincial de Ciencia y Tecnología.

A fines del año pasado, recorrimos la 50º Feria Provincial de Ciencia y Tecnología y en esa instancia reconocimos a cinco experiencias que fueron seleccionadas por su relevancia social, su relación con el saber propuesto, y por promover y defender el derecho a la educación.

Luego de la premiación en el marco de la feria, comenzamos a visitar cada una de las escuelas donde se realizaron los proyectos, con el objetivo de compartir la alegría con cada comunidad educativa en su conjunto.  El reconocimiento implica un apoyo al sostenimiento y continuidad de los proyectos.

La visita realizada al jardín Padre Diego de Torres contó con la participación de las/os integrantes de UEPC Zuli Miretti, secretaria general adjunta; Alina Monzón, secretaria adjunta del departamento Capital; y Gonzalo Gutierrez, director del ICIEC. Fuimos recibidas/os por la directora, Georgina Moreno; la responsable del proyecto, Sandra Allende; las demás docentes, las niñas, los niños y sus familias.

Durante la jornada, las autoridades de UEPC resaltaron el compromiso de la gestión y sus docentes, que habilitan cada año el espacio para participar de la feria de ciencias. Además, agradecieron especialmente el acompañamiento de las familias. En particular, resaltaron que a pesar de la situación actual y la falta de recursos, estas experiencias innovadoras revelan la importancia del trabajo articulado de toda la comunidad. Y enfatizaron que este proyecto es una muestra de cómo trabaja la escuela pública en experiencias enriquecedoras.

¿De qué se trata el proyecto?

“Chau Ruido Molesto” surge ante una problemática concreta que vivenciaron las/os estudiantes: la preocupación por ruidos dentro y fuera del aula. A partir de esta situación, comenzaron a investigar sobre el aparato auditivo y las consecuencias de la exposición sistemática a los ruidos. Luego de diferentes experimentos, incluyendo la fabricación de su propio decibelímetro, concluyeron en la necesidad de acustizar la salita. Para esto fabricaron paneles en las ventanas, en la mesas y sillas.

Desde las áreas de Ciencias Naturales e Identidad y Convivencia se realizó un fuerte trabajo curricular, reconociendo el registro de las emociones y el cuerpo. La proyección es que las/os niñas/os que participaron puedan continuar durante 2019 como “expertas/os” ayudando a las/os compañeras/os de sala de 5 a acustizar el lugar para armar una radio.

Es una propuesta de relevancia institucional en la que se observa un gran protagonismo de las/os estudiantes, incluyendo encuentros con familiares. Se plantea una secuenciación de acciones y actividades coherentes, que dieron cuenta de un proceso bien representado en el cuaderno de campo.