Aprendemos día a día a la distancia

RECONOCIMIENTO

Título de la experiencia: Aprendemos día a día a la distancia.
Escuela: Escuela “Honorato Laconi”.
Departamento: Capital.
Nivel: Primario.
Docentes: Elisa Andrea González.
Carácter de la experiencia: estrategias y dispositivos para la enseñanza desplegadas a lo largo del año.
Año: 2020.
Postulada por: Elisa Andrea González.

Breve reseña de la experiencia:

La apuesta por generar y sostener un vínculo de confianza con las y los estudiantes y sus familias ha sido una constante en el recorrido pedagógico-didáctico que diseñó esta docente. Otra de sus aspiraciones fue la de habilitar instancias de trabajo escolar que se acercasen lo más posible a esa experiencia de aula que habían tenido en los primeros días del año, antes de que iniciara la cuarentena; progresivamente, fue hallando vías para que las actividades y consignas recrearan de algún modo el clima de la presencialidad.

Al inicio del trabajo escolar remoto, la docente realizó un relevamiento para saber cómo eran las realidades de las familias: si tenían conectividad, computadora, celular u otros dispositivos tecnológicos. Al identificar que el acceso a WhatsApp era generalizado, armó grupos en esta aplicación con un/a referente de cada familia para poder comunicarse con quienes harían de intermediarias/os de las explicaciones y actividades que ella iría enviando a las y los estudiantes a través de mensajes de texto o de audio.

En un segundo momento, la docente decidió dar un paso más, empezar a grabar las clases día a día con explicaciones sencillas y algunas actividades breves que permitieran la aproximación a contenidos de distintos espacios curriculares. Para producir esos videos, se tomaba un tiempo para contextualizar el espacio con referentes de escritura como los que se suele tener disponibles en un aula de primer grado: los días de la semana, los meses, los nombres de las/os estudiantes, algunos indicadores del tiempo meteorológico, adverbios de tiempo, entre otros. En dichos videos incorporó algunas rutinas y estrategias usuales en las clases presenciales, tales como: escribir la fecha, usar el calendario, recurrir a los referentes de escritura en distintas explicaciones. Cuestiones sustantivas para que quienes se encuentran en proceso de alfabetización inicial puedan ir profundizando relaciones con la cultura letrada.

Ya llegando al mes de septiembre, en una etapa final del año, incorporó otras estrategias:

la visita al barrio de manera virtual: la docente salía a la calle y grababa un recorrido por algún negocio o espacio del barrio. También aquí se detenía en palabras presentes en dichos escenarios. Luego proponía actividades para toda la semana que vinculaban lo mostrado en el recorrido con saberes a enseñar correspondientes a distintas áreas o disciplinas curriculares.
la designación de “secretarias/os del día”: con ayuda de algún familiar, la/el secretaria/o asignada/o se filmaba realizando el saludo inicial, buscaba e indicaba la fecha en el calendario, y presentaba alguna de las actividades de la jornada. La docente se encargaba de enviar tanto estos videos como los de las visitas a cada familia para que pudieran ser reproducidos en cada casa de manera asincrónica cuando tuviesen conectividad.
videollamadas grupales: avisando con anticipación para que las familias pudiesen organizarse, habilitó algunas instancias de trabajo sincrónico por subgrupos de estudiantes. Este modo de recuperar el encuentro entre pares y la dimensión colectiva de la clase, dinamizó en muchos sentidos las tareas propuestas.

Uno de los aspectos centrales que se destaca de esta experiencia es el empeño de la docente por sostener un trabajo integral en torno a la alfabetización inicial. A pesar de las complejidades que imponía la distancia, logró construir múltiples ambientes alfabetizadores para las/os estudiantes, y formas de mediación que le permitieron estar cerca y acompañarles en sus primeras lecturas y escrituras.